Muchas personas tienen verdaderas dificultades para tener relaciones satisfactorias en la familia, el centro de trabajo, con la pareja (o para encontrar pareja), en el grupo de amigos… Pueden sentirse bloqueadas, con falta de fuerza, no encontrar su sitio, enfermas, no obtener el éxito deseado, encontrarse inmersas en situaciones que se repiten en su vida o que traen sufrimiento e impiden vivir en plenitud. Es con estas situaciones y muchas más que sería interminable enumerar, con las que trabajamos desde las CFyS.

Las Configuraciones Familiares y Sistémicas parten de una mirada al ORIGEN de los conflictos. Encontrando el origen de esas dificultades y trabajando para sanar ese origen, puede llegar la solución, la paz, la salud y el amor, donde antes sólo había sufrimiento.

El trabajo con Configuraciones Familiares puede dar solución de forma rápida y duradera a conflictos  que hunden sus raíces en lo más profundo de nuestro inconsciente y en muchas ocasiones, en hechos y acontecimientos vividos por antepasados nuestros que sorprendentemente tienen un gran efecto en nosotros, pudiendo condicionar nuestra vida, sin que sospechemos lo más mínimo de ello.

La sensación de que hay un impedimento (algo muy grande que me impide encontrar una solución) es un indicador de que las soluciones que vengan desde el tratamiento de los síntomas (las consecuencias del conflicto), no serán suficientes. Sólo actuar en aquello que produce el conflicto (el origen), puede sanarlo.

Cada persona tiene un alma, e igualmente la tiene cada grupo de personas que están ligadas entre sí por el hecho de formar parte de ese grupo o sistema. Por ejemplo: El alma familiar liga a todos los componentes de la familia, de forma que lo que sucede a uno de los miembros, afecta de alguna manera a los demás. De igual modo, una empresa, una asociación cultural o cualquier grupo humano, posee un alma.

Bert Hellinger descubrió lo que llamó “Los Órdenes del Amor”, que no son otra cosa que un conjunto de leyes que regulan el funcionamiento de los sistemas. Se centró sobre todo en los sistemas familiares, aunque sus enseñanzas se extienden y aplican cada vez más en otras organizaciones y sistemas como la empresa, la educación… etc.

Descubrió también que lo que sucede en el sistema primario, la familia de origen, el lugar donde nacemos, se debe en gran medida a la influencia del alma familiar, que actúa sobre todos los componentes de la familia, con el objetivo de cuidar de todos ellos y dar a cada uno su sitio.

Es por esto que hechos y acontecimientos sucedidos a miembros de la familia en el pasado, pueden tener repercusión e influencia en la vida de otros componentes del sistema familiar que llegan posteriormente al mismo.

Siendo esto así, se hace muy difícil a veces, conocer el origen de los conflictos que afectan a las personas, pues hunden sus raíces en el pasado familiar. Por ejemplo, si se “excluyó” a un miembro del sistema en una, dos o más generaciones anteriores, es probable que más tarde otro miembro del sistema llame la atención sobre este hecho, “autoexcluyéndose”, sin siquiera tener la más mínima consciencia de cuáles son las fuerzas que le llevan a ello.

El alma de cada una de las personas del sistema puede ser receptora de los mensajes inconscientes del alma familiar en su objetivo de guardar el respeto y el lugar de todos los miembros y con ello el equilibrio del sistema. Por ello, a veces porta las fuerzas que, produciendo grandes sufrimientos, buscan la paz, la reconciliación, reencuentro, armonía y el amor en el sistema, dando a cada uno su sitio (aludiendo al ejemplo anterior: “incluyendo” a todos).

Las Configuraciones Familiares y Sistémicas (conocidas en sus orígenes por Constelaciones Familiares), trabajan en las profundidades del inconsciente y del alma humana, pero sobre todo el trabajo se realiza con el alma del sistema, lo que posibilita tomar contacto con el origen de los conflictos y vislumbrar el camino hacia la solución. A veces, consiguiendo cambios personales y en el sistema que pudieran parecer inverosímiles. Sanando y trayendo paz y amor.

Constituyen una de las llamadas “terapias breves”, ya que tanto a través de una sesión en consulta individual como una configuración (constelación) en un taller, se puede obtener un resultado que cambie completamente el conflicto que se trabaja, convirtiéndolo en una fuente de fuerza y sanación que contribuya a una vida más plena para la persona y su sistema.

No basta con conocer el origen que produce el sufrimiento. Es necesario SENTIR la solución. En una consulta individual y en un taller de CFyS se da la ocasión para poder SENTIR y SANAR al nivel del alma.

El trabajo realizado en una Consulta individual o en un Taller de Configuraciones Familiares y Sistémicas con un Facilitador con la formación adecuada, puede ser el inicio de un cambio importante en la vida de cualquier persona o la continuación en su proceso de sanación.

Puedes solicitar a través de esta página una consulta de Configuraciones Familiares y Sistémicas o asistir a uno de los talleres que periódicamente se llevan a cabo.

Asistir a un Taller es sin lugar a dudas una experiencia que a nadie resultará indiferente, ya sea para trabajar un asunto personal, como para asistir al trabajo de otras personas.

Francisco Lorca Valverde.